BIENVENIDOS

Para los amantes del arte, de la producción, contribución, el sentir, la reciprocidad.; el propio manifiesto de las palabras, su hacerse contemplativo y la lectura de ideas. Un espacio para encontrarse, reencontrarse y perderse en el retorno. Un lugar ideado para la expresión sin condicionamientos ni tabúes...

jueves, 14 de mayo de 2009

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-Pero Sonia…¡No delires; allí no hay nadie!-
¡Me espían, te dije!; no es una simple reflexión del desvarío
-¿Quién puede estar infiltrándose por tu ventana?
-No sé, tantos muchos; la habitación se ha multiplicado en miradas
-¿Y si cierras los ojos?, es probable que se disipe tal expectación ¡Pon de tu parte!
-¿Así…? (Esboza una sonrisa)
-Entonces, ¿se han marchado, Sonia?
-Ocurre, Valery, que ahora entraron a la alcoba…

ATAMAICA MAGO

DALAI DE MADONNA...


Aquella noche quise relatarte una a una las pericias de mis pecados infieles.

No sostuve la alucinada idea de repulsión que tu rostro dibujaba en mi ávida confesión por cerrar esta comparsa imperdonable de la vida en la que no compartí un segundo más de transgresión a tu lado; un comodín de impedimentos logrados a merced de las sombras, en los lutos que envainan los muertos cuando lloran la partida del ocaso. Aún así me flagelé con el coraje de los desgraciados caidos en desdichas ajenas, en tuertas batallas insoladas y te confesé, Amado Mío, que he sido la promesa que siempre renegaste, la afrenta de tus derrotas, las glorias crucificadas en otras pieles indomables. No así asentiste mirarme con ese reproche que el silencio escudriña en la conciencia ambiciosa de los que la pierden a diario. Después de hablar, en el instante de mi redención enervada, cerraste el libro, alzaste tu vista obnubilada encontrándote (me) frente a frente, con los ojos ávidos de perversidades. Arrancaste una hoja, engulliste la página 121 y enseguida un vapor pestilente emanó de tu cuerpo anunciando el estillaje del espejo colgado a mis espaldas.
ATAMAICA MAGO