
POST MORTEM
Quiero enterrar mis lágrimas en tus pechos sudorosos;
Olfatear el cobertizo de laureles
por donde pasa tu sexo
en procesión sonámbula.
Quiero hundirme en tus ojos; anclar en tu boca
los restos de tu piel bañada en salivas;
quiero embalsamar tus partidas;
construir un mausoleo en andares fallecidos;
esparcir la arena del tiempo tras las huellas
de mis destemplanzas y borracheras;
quiero hacerme coronas de espinas;
crucificarte al jadeo de esta pasión que truena;
de esta erección convertida en llamas aulladas;
quiero entregarte la última rosa caída;
la marchita fe de la espera yerma en orgamos;
quiero despedirte; bajar las persianas de mis lenguas
fumar el último hálito de una imagen vencida
al festín de la muerte que te reclama celosa.
Y Después de tu funeral;
cuando te halles ausente;
quiero emborracharme,
vomitarte en vinos baratos
exhumarte; despojar tu cadáver;
Juzgar tu cordura redimiendo mis demencias
Y como Aquiles, enlazarte a esta cólera
que brama tempestades, mientras sonrío
Ciegamente.
A.M.
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